13.12.11

Hola lectores! Sí, hoy voy a crear una entrada poco convencional. Primero, voy a empezar por contarles que me llevé una materia.. física; pero por suerte la rendí bien ayer, así que estoy liberada. 
Bueno, para esta entrada se me ocurrió hacer una revisión de mi año, un año con tantas subidas como bajadas.
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Empecé mi año llorando, quizás por la emoción de que este año cumpliría quince años, mis tan ansiados quince años. Desde que tengo siete años estuve esperando mi fiesta, y creo que fue una de las mejores cosas que me pasó en mi vida, además del viaje que hice a la ciudad de la que estoy enamorada perdidamente (quizás lo sepan, Nueva York).
En febrero me fui de viaje con mi mejor amiga, simplemente fue un viaje para recordar, estuvimos los quince días caminando sin parar, sin dudas fue muy divertido, una de las mejores cosas del año.
Llegó el primer día de clases.. cayó el mismo día en que hice mi fiesta, así que me retiré antes. Mis nervios estaban al tope, pero en fin, ni bien me subí al auto que me llevaría a mi fiesta entendí que en vez de estar nerviosa tenía que estar feliz, porque lo había esperado por tantos años.. y por fin había llegado.
Pasaron los meses, y empecé a notar una cierta distancia entre mis compañeros y yo, sin dudas eso fue una caída bastante profunda para lo bien que venía. En esos meses conocí a Nora, la que hoy día es mi psicóloga, y me ayuda en todos mis problemas (le agradezco infinitamente por haberme hecho entender muchas cosas que antes no entendía). Luego de eso retomé mi rumbo, hasta el día en que desfilé en el colegio.
Me arrepiento de no haber comido nada ese día, es decir, no había comido nada no sólo por los nervios sino porque tenía miedo que la ropa que iba a usar no me entrara, y además había dormido sólo 4 horas, y desfilé a las 20; después de haber ido al colegio, a educación física y a la peluquería. Ese momento marcó una caída bastante importante. Ese mismo día, había invitado a las chicas a casa para después salir a una de las fiestas del colegio. Tan pronto como llegué, me fui, no daba más.
Desde ese momento (vaya uno a saber si fue porque no había comido, o por si venía sin comer lo necesario como para estar en condiciones saludables), me enfermé, y así estuve dos meses. Sí, casi dos meses en cama. Éstas no fueron condiciones favorables para mí, ya que a pesar de estar enferma, tenía que ir de alguna forma al colegio.
Me hice cientos de estudios, pero ninguno me dio un resultado que me sirviera, entonces, por deducción, pudieron decirme que era por mi mala (casi nula digamos) alimentación, o por los nervios. Sí, nervios de vivir diría yo. Mis ganas de ir al colegio se iban desvaneciendo, ya que no me sentía aceptada (además en una de las fiestas del turno mañana, una chica me volcó un vaso de Fernet en la cabeza, por supuesto, fue a propósito). Fue uno de los peores momentos de este año. Después de volver a estar bien, después de recuperarme, volví a recuperar la confianza en personas que antes había perdido. Retomé amistades. Conocí gente genial que hasta ahora no me arrepiento de haber conocido, esa gente me hizo entender muchas cosas que quizás, si no me las hubiesen dicho, no las habría entendido hasta el día de hoy, por eso estoy muy agradecida con todas esas personas, hicieron de mi 2011 un año mejor.
Retomando lo que venía diciendo.. levanté las materias en las que me estaba yendo mal, todo parecía ir mejor hasta que volví a caer en lo mismo de antes, mi problema con la comida volvió a tener lugar en mi vida. Pero esta vez fue diferente, la vez anterior había sido porque la comida que me daban, no me gustaba; pero en cambio, esta vez fue por verme gorda y fea en el espejo. Sí, gorda y fea.
Eso demuestra que lo hice por el miedo al rechazo de los demás, tenía miedo que no me aceptaran por ser como era. Dejé de comer, creo que mi lema era "dormir para no comer", en vez de comer, dormía para no sentir el hambre. No se lo recomiendo a nadie. Pasé por muchas cosas, al hacer eso mis defensas bajaron, y como era de suponer, me enfermé. No me veía bien, me veía cada vez más gorda. Fue un principio de anorexia. Gracias a Dios y a todas las personas que estaban en tema y me ayudaron, no caí en ella. Hoy puedo decir que trato de ser feliz con mi cuerpo, y como lo normal, lo justo y necesario. 
En fin, también tuve problemas con mis abuelos, pero por suerte están mucho mejor que antes, y eso me pone bien :).
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Hoy, martes trece de diciembre de dos mil once, puedo decir que me encantó haber conocido toda la gente que conocí este año, sinceramente me ayudó muchísimo. También puedo decir que hoy estoy mejor que al principio. Hoy sé quién soy, y también sé que no quiero sufrir más, por nada, ni por nadie.


Live, love, laugh.

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